Aunque la estructura del diente es adecuada para la retención del color, las carillas no retienen el color. El recubrimiento de circonio tampoco cambia de color, permanece en el tono al que se aplica. De esta forma, tendrá una apariencia dental limpia y saludable durante muchos años. Puede consumir alimentos colorantes como té y café de manera segura.

La característica más importante del revestimiento de circonio es que no tiene soporte metálico. Tiene más transmitancia de luz y le permite lucir como un diente natural. Se prefiere para una apariencia dental más natural y estética. La compatibilidad gingival de las coronas dentales de circonio también es mejor que las carillas de porcelana.

Las carillas dentales son generalmente sólidas. La carilla de circonio también es lo suficientemente fuerte, pero considerando que los dientes naturales también se dañan por un estrés excesivo, la carilla de circonio también puede dañarse en los mismos casos. Por este motivo, debes tener cuidado de no romper objetos duros con los dientes y evitar aplicaciones que dañen los dientes.

La carilla de circonio es la forma más segura para las personas alérgicas a las carillas de porcelana metálica. El hecho de que las coronas de circonio tengan una alta compatibilidad gingival y la aplicación más similar a la superficie del diente las hace preferidas y tienen un aspecto saludable.

Se aplica principalmente con fines estéticos. En caso de que el método de blanqueamiento dental sea insuficiente en la decoloración de los dientes, el método de revestimiento de circonio se puede aplicar en dientes torcidos discretos y de bajo nivel, defectos estructurales en dientes o empastes, prótesis sobre implantes, puentes y carillas, dientes desgastados. Si tiene al menos uno de estos problemas, el circonio puede ser adecuado para usted.

Los recubrimientos están diseñados para usarse durante muchos años. Cuando necesitan ser renovados como consecuencia de cambios gingivales, se retiran cortándolos meticulosamente para no dañar los dientes. Aparte de eso, puede usarlo durante muchos años sin tener que quitarlo.

Teniendo en cuenta el desarrollo de los huesos y la mandíbula, se considera oportuno realizarlo a los 18 años. No se recomienda de antemano.

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